
En la costa norte de la provincia de Alicante, entre las localidades de Benidorm y Altea, se encuentra El Albir, núcleo costero del municipio de l’Alfàs del Pi. Aunque esta franja litoral es conocida por la playa urbana del Racó de l’Albir, uno de sus secretos mejor guardados se halla unos metros al este: la Cala del Amerador. Esta minúscula cala de guijarros y roca mide apenas 20 m de longitud por 7 m de anchura. Debido a su tamaño reducido y difícil acceso, se ha convertido en un auténtico remanso de paz dentro del Parque Natural de la Serra Gelada. Sus aguas limpias, la riqueza de su fondo marino y el entorno paisajístico hacen que sea uno de los rincones más valorados por quienes buscan una experiencia diferente alejada del bullicio de las playas principales.
El presente artículo profundiza en todo lo que rodea a la Cala del Amerador: su geografía, origen, valores naturales, historia cultural, posibilidades para el visitante y pautas de conservación. Para ello se han consultado fuentes oficiales, guías medioambientales y páginas locales con el fin de ofrecer un texto riguroso y detallado.
Table of Contents
ToggleUbicación y entorno
En la falda de la Serra Gelada
La Cala del Amerador se localiza en la ladera occidental de la Serra Gelada, dentro del término municipal de l’Alfàs del Pi. Se sitúa en la falda del Morro del Metge, muy cerca del mirador de Las Sirenas y del faro del Albir. Forma parte de un conjunto de tres pequeñas calas —la del Metge, la de la Mina y la del Amerador— que emergen entre los acantilados del parque natural. La Serra Gelada es el primer parque natural marítimo‑terrestre de la Comunidad Valenciana; de sus 5 564 ha de superficie protegida, 4 920 ha corresponden al mar. Además de albergar espectaculares acantilados de más de 500 m de altura, el parque conserva praderas de Posidonia oceanica que oxigenan el agua y dan cobijo a numerosas especies de peces y crustáceos
Desde el mirador del Amerador, ubicado a pocos minutos de El Albir, se aprecian panorámicas sobre la cala de Las Sirenas y la playa del Albir. Un viajero de Minube comenta que, aunque el acceso a la cala es complicado, el esfuerzo merece la pena porque la cala «de piedras y con poca gente es recomendable para hacer snorkeling cuando hay poco oleaje»
Características físicas de la cala
Según las fichas oficiales de playas, la Cala del Amerador presenta las siguientes características:
Dimensiones: aproximadamente 20 m de largo y 7 m de ancho.
Composición: fondo de roca y guijarros, con moderado oleaje.
Ocupación: baja. Se considera una playa aislada y poco concurrida.
Estado de conservación: a pesar de ser una cala sin servicios turísticos, dispone de servicio de limpieza.
Tipo de playa: algunos portales la califican como nudista, aunque otras guías indican que simplemente es un lugar donde se practica naturismo de manera voluntaria y respetuosa.
Accesos: el acceso se realiza a pie por un sendero de unos 100 m que desciende desde el mirador de Las Sirenas; es un camino estrecho y pedregoso, en mal estado y con riesgo de desprendimientos. No existe zona de aparcamiento específica, por lo que conviene dejar el vehículo en el área habilitada junto al faro del Albir y continuar caminando.
Entorno marítimo
El Amerador se ubica dentro de la zona marina protegida de la Serra Gelada, donde rigen normas estrictas para conservar la biodiversidad. La guía del Camí del Far de l’Albir explica que parte de la actividad pesquera de la bahía de Altea ha dejado de usar fibras naturales como el cáñamo o el esparto y, para proteger las praderas de Posidonia, se han instalado boyas ecológicas que evitan el fondeo indiscriminado. La normativa del parque prohíbe el fondeo libre y limita la velocidad de navegación a 3 nudos en determinadas zonas. La pesca profesional con arrastre está vetada a menos de 1,5 millas de la costa para no dañar el fondo.
Historia y origen del nombre
El amerado del esparto
El término “amerar” significa sumergir en agua. La Cala del Amerador recibe su nombre de una antigua práctica agrícola: amerar el esparto. El esparto (Stipa tenacissima) es una gramínea mediterránea cuyas hojas se han utilizado desde tiempos remotos para fabricar cuerdas, cestas, alpargatas y otros objetos por su gran resistencia. Para trabajar el material se cortaban haces de hojas y se remojaban en agua de mar durante semanas para ablandarlas; luego se machacaban y trenzaban.
La guía municipal del Camí del Far explica que en la caleta de l’Amerador se ponían a remojo los haces de esparto cortados para reblandecerlos y poder trabajarlos mejor. De ahí que a este lugar se le llamara Amerador. La Generalitat Valenciana recuerda que los agricultores de las montañas cercanas —Xixí, Ballestera y les Puntes de Gosàlvez— sumergían aquí el esparto recién cortado para elaborar herramientas agrícolas, utensilios domésticos e incluso calzado.
Actividades tradicionales y mina de ocre
La Serra Gelada ha sido aprovechada históricamente para diferentes usos. Además de amerar el esparto, se explotaron minas de ocre en el siglo XIX. Según la guía del Camí del Far, en un barranco cercano a la ruta del faro se conservan restos de una pequeña mina de ocre: permanecen en pie los canales y la casa del capataz, y una línea de pilares servía para descender vagonetas de mineral hasta la orilla. Una vez en la costa, el mineral se cargaba en barcas que lo llevaban hasta un barco fondeado en la bahía con destino al puerto de Dénia. En el extremo sur de la Serra Gelada, en la cala del Ti Ximo, hubo otra explotación de limonita, un mineral similar al ocre de color amarillo.
La explotación minera de la zona se organizaba mediante concesiones otorgadas por el gobierno central; unos pocos empresarios obtenían las licencias y contrataban capataces locales. La mina de ocre de l’Albir estuvo dirigida a finales del siglo XIX por Esperanza Devesa mientras su esposo emigró a Argelia para trabajar.
Piratería y defensa costera
Durante la Edad Moderna, la costa mediterránea sufría frecuentes incursiones de piratas berberiscos. El rey Felipe II ordenó construir torres vigía para advertir de la llegada de barcos enemigos. Una de estas torres defensivas era la Torre Bombarda, levantada en el extremo norte de la Serra Gelada. En el siglo XIX se aprovechó este emplazamiento para construir el faro del Albir, inaugurado el 30 de abril de 1863 como parte del Plan Nacional de Alumbrado Marítimo. El faro, situado a 112 m sobre el nivel del mar, sirve desde entonces para guiar a los navegantes de la bahía de Altea.
Geología y paleontología de la Serra Gelada
La Serra Gelada destaca por su singular geología. Esta alineación montañosa presenta acantilados de piedra caliza con alturas que superan los 400 m y una cima de 438 m sobre el mar. Los expertos de Espores señalan que los relieves abruptos del parque se originaron por movimientos tectónicos que, al elevar el relieve, generaron una fuerte pendiente hacia el mar. La montaña conserva una duna fósil colgada, formada hace miles de años por arenas arrastradas por el viento y fosilizadas posteriormentewelcomelalfas.com.
En la ruta del faro se observan pliegues geológicos en las paredes de las calas; un pliegue fotogénico se aprecia precisamente en la pared derecha de la Cala del Amerador. Estas formaciones dan testimonio de los procesos tectónicos que moldearon la Serra Gelada.
Flora y fauna
Vegetación mediterránea
La vegetación de la ladera occidental de la Serra Gelada se adapta a la sequía y al substrato calizo. El parque alberga microreserves de flora y especies endémicas como Linaria arabiniana y Biscutella montana. También están presentes matorrales de romero, brezo, enebro y esparto, así como antiguos olivos y algarrobos que dan un carácter agrícola tradicional al paisaje. La guía del Camí del Far incluye una ficha botánica del algarrobo (Ceratonia siliqua), árbol perenne que puede alcanzar 15 m, cuyos frutos (algarrobas) se utilizaban tradicionalmente para alimentar al ganado.
En la parte litoral crecen matas halófilas como efedras (Ephedra fragilis) y especies rupícolas protegidas como la silene de Ifac (Silene hifacensis). Algunas plantas, como el teucrio de Ifac (Teucrium hifacense) y la zarzaparrilla (Smilax aspera), se refugian en las grietas de las paredes rocosas.
Posidonia y ecosistemas marinos
El valor ecológico de la Cala del Amerador reside en su fondo marino poco profundo colonizado por Posidonia oceanica. Este fanerógamo marino es fundamental para el ecosistema: produce oxígeno, fija sedimentos y sirve de refugio y alimento a multitud de especieswelcomelalfas.com. La normativa del parque protege estrictamente las praderas de Posidonia, prohibiendo el fondeo libre y limitando las actividades de pesca.
En las aguas de la Serra Gelada se encuentran peces como sargos (Diplodus sargus), doncellas y obladas, así como moluscos y crustáceos que encuentran refugio en la pradera. La zona es frecuentada por delfines mulares (Tursiops truncatus) y aves marinas como la pardela mediterránea (Hydrobates pelagicus melitensis)
Fauna terrestre y aves
Los acantilados son hogar de aves rapaces como el halcón peregrino y el cormorán moñudo, además de la gaviota patiamarilla. En los matorrales viven reptiles como el podarcis hispanicus (lagartija ibérica) y pequeños mamíferos. El sendero hacia el faro permite observar la algarroba y el pino carrasco (Pinus halepensis), árbol que da nombre al municipio de l’Alfàs del Pi.
Cómo llegar y consejos para el visitante
Rutas de acceso
Por tierra: La forma más habitual de llegar a la Cala del Amerador es a pie desde el aparcamiento del faro del Albir. Desde allí se toma el Paseo de l’Amerador, un sendero asfaltado de 2,5 km que lleva al faro. Antes de llegar al faro se halla el mirador de Las Sirenas; desde este punto arranca un camino de tierra de unos 100 m que desciende hasta la cala. Se trata de un sendero estrecho, irregular y con tramos de piedra, por lo que se recomienda llevar calzado adecuado y evitarlo con niños pequeños o personas con movilidad reducida.
Por mar: También se puede acceder en kayak, paddle surf o barca desde la playa del Racó de l’Albir o desde el puerto de Altea. La embarcación debe fondear en las boyas ecológicas autorizadas para no dañar la Posidonia.
Normas de uso y seguridad
El Parque Natural de la Serra Gelada cuenta con normas destinadas a proteger el entorno y garantizar la seguridad de los visitantes. Entre ellas destacan:
Respetar los senderos señalizados: está prohibido salirse de los caminos.
Hidratación y equipamiento adecuado: se recomienda llevar agua suficiente, gorra y calzado apropiado, ya que no existe sombra ni fuentes de agua en el trayecto.
Mascotas: los perros deben ir atados y las bicicletas y patinetes sólo pueden circular fuera de las horas punta (10:00–20:00).
Prohibiciones: no se permite el camping, ni encender fuego, ni la recolección de plantas; las actividades de pesca y buceo están reguladas y se debe respetar la fauna.
Residuos: todos los desperdicios deben retirarse; la Cala del Amerador no dispone de contenedores ni servicios de limpieza en la zona de baño, aunque el municipio ofrece un servicio básico.
Actividades y experiencias
Snorkel y buceo amateur
Gracias a su fondo rocoso y a la presencia de Posidonia, la Cala del Amerador es un excelente lugar para iniciarse en el snorkel y el buceo. El sitio de turismo de l’Alfàs del Pi señala que la cala es idónea para buceo amateur; su terreno rocoso y el fondo poco profundo la convierten en un enclave perfecto para explorar la vida submarina. Los visitantes resaltan la claridad del agua y recomiendan practicar snorkel cuando el mar está en calma.
Kayak y paddle surf
La cercanía del puerto de Altea y de la playa del Albir posibilita recorrer la costa en kayak o paddle surf. Siguiendo la recomendación de la guía del Camí del Far, muchos deportistas bordean los acantilados desde la cala, navegan hacia la cala del Metge y la cala de la Mina y observan la geología y las praderas de posidonia. El parque prohíbe el acceso a zonas restringidas como la isla de Benidorm o la Isla Mitjana y limita la velocidad de navegación para proteger la fauna.
Senderismo y fotografía
El recorrido hacia la Cala del Amerador forma parte de la ruta del faro del Albir, un agradable paseo de 2,5 km asfaltado, accesible para personas con movilidad reducida hasta el mirador. Desde allí se puede ver una panorámica de la bahía de Altea y del peñón de Ifach. En el camino se observan paneles interpretativos sobre geología, vegetación y fauna, así como restos de la mina de ocre y el aljibe del siglo XVI usado por los soldados de la Torre Bombarda. La cala es un excelente escenario para la fotografía de paisaje debido a la luz mediterránea y al contraste entre las rocas rojizas, el mar azul y la vegetación.
Naturismo y tranquilidad
Aunque la cala no está oficialmente catalogada como playa nudista, algunas fuentes indican que es frecuentada por naturistas. El portal InSpain menciona que se trata de una playa nudista con oleaje moderado, mientras que otros sitios advierten que es un entorno natural donde se practica naturismo de forma voluntaria y respetuosa. En cualquier caso, la baja ocupación hace posible relajarse sin masificaciones, leer un libro o simplemente contemplar el horizonte.
Un enclave cultural y social en l’Alfàs del Pi
El Racó de l’Albir y la vida en El Albir
L’Alfàs del Pi, nombre de origen árabe que significa «campo fértil», se independizó de Polop en 1836 y adoptó su actual denominación en honor al pino que se plantó en la plaza en 1786. El municipio ha experimentado un gran crecimiento demográfico: de 250 habitantes en el siglo XIX ha pasado a más de 21 000, con más de 90 nacionalidades.
El Racó de l’Albir, playa principal del núcleo, se extiende en la bahía de Altea entre la Serra Gelada y el peñón de Ifach. Su litoral de cantos rodados cuenta con servicios turísticos y ha mantenido la bandera azul desde 1987. El paseo marítimo alberga la biblioplaya, parques infantiles y zonas para deportes náuticos como piragüismo, paddle surf, vela o windsurf. Un artículo sobre actividades náuticas recalca que el fondo marino de la bahía está incluido en la zona protegida de la Serra Gelada, con una pradera de Posidonia y una gran variedad de especies, por lo que se han instalado boyas ecológicas para evitar el fondeo.
Turismo sostenible y cultura local
El auge turístico de l’Alfàs del Pi no ha impedido que el municipio promueva un modelo de turismo sostenible. La oficina de turismo de El Albir se presenta como el lugar ideal para informarse sobre las rutas, las calas cercanas —incluidas la Cala de Amerador y la Cala de la Mina— y las actividades disponibles, destacando la necesidad de respetar el medio ambiente.
Además de sus recursos naturales, l’Alfàs del Pi ofrece atractivos culturales como la Fundación Frax, un edificio dedicado al arte y la cultura; el Campo de Prácticas de Golf en el Bulevar de los Músicos; y numerosas esculturas y murales repartidos por el paseo marítimo. El municipio celebra anualmente el Festival de Cine de l’Alfàs del Pi y la feria del Estiu Festiu en la plaza del ancla.
Consejos prácticos y recomendaciones
Planifica la visita: la Cala del Amerador carece de servicios como aseos, duchas o chiringuitos. Conviene llevar agua, comida, sombrilla y calzado de roca. Al carecer de sombra, se recomienda evitar las horas centrales del día.
Respeta el entorno: no extraigas piedras ni vegetación. Recuerda que la guía del parque prohíbe coger plantas y salirse de los senderos. Cualquier basura debes llevarla de vuelta.
Seguridad en el mar: consulta el estado del mar. Aunque el oleaje suele ser moderado, un mar agitado puede hacer peligrosa la entrada y salida por las rocas. Utiliza calzado de neopreno para evitar resbalones.
Acceso con niños o personas mayores: el sendero empinado no es apto para cochecitos ni sillas de ruedas; se recomienda valorar la visita si hay personas con movilidad reducida.
Sugerencia fotográfica: acude temprano o al atardecer para disfrutar de la luz dorada en las rocas. Desde el mirador del Amerador se obtienen perspectivas espectaculares de la cala y del horizonte.
Conclusión
La Cala del Amerador es mucho más que una minúscula playa rocosa: es un testimonio vivo de la cultura y la naturaleza mediterráneas. Su nombre recuerda el antiguo oficio de remojar esparto para elaborar objetos cotidianost; sus acantilados esconden la historia de las minas de ocre y de las torres vigía que protegían la costa de los piratas; sus fondos marinos albergan praderas de posidonia y son refugio de peces, delfines y aves marinas.
Visitar la Cala del Amerador implica asumir un compromiso con la conservación: seguir los senderos marcados, reducir la huella humana y respetar la flora y fauna. A cambio, el visitante recibe una recompensa incomparable: un baño en aguas cristalinas, la emoción de explorar un paisaje salvaje, la tranquilidad de un lugar apenas frecuentado y la posibilidad de conectar con la historia de l’Alfàs del Pi.
En una costa dominada por playas urbanas y turismo masivo, rincones como la Cala del Amerador nos recuerdan que todavía existen espacios para la contemplación, la aventura y el equilibrio con la naturaleza. Que su disfrute responsable sea garantía de su preservación para generaciones futuras.
Fuentes de consulta:
- spain.info
- espores.org
- abahanavillas.com
- minube.com
- alicantedirectorio.com
- img.mesvilaweb.cat
- comunitatvalenciana.com
- parquesnaturales.gva.es
- asovitur.com
- welcomelalfas.com
