
La Playa de Cap Blanch es una de las más extensas de Altea y, al mismo tiempo, una de las más curiosas de la Costa Blanca. Situada justo donde termina el paseo marítimo de Altea y comienza el del Albir, esta playa se convierte en un punto de unión entre dos mundos: el encanto marinero y bohemio de Altea y el ambiente turístico y cosmopolita del Albir. Es un lugar perfecto para quienes buscan tranquilidad sin renunciar a tener servicios cerca, y por eso está entre las favoritas tanto de residentes como de visitantes habituales.
Lo que distingue a Cap Blanch es su amplitud, el agua clara y el suelo de cantos rodados blancos y grises que, al reflejar la luz del sol, hacen que el mar se vea de un azul intenso. Aunque no es una playa de arena fina, la comodidad del paseo marítimo, los accesos fáciles y la oferta gastronómica de alrededor compensan con creces.
Si quieres descubrir el resto del litoral alteano, visita también nuestra guía completa de [Playas de Altea].
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ToggleDónde está y cómo llegar
Cap Blanch se extiende al sur de la playa de La Roda y conecta directamente con la Playa del Albir, en el municipio vecino de l’Alfàs del Pi. Esta ubicación la hace muy accesible tanto para los que se alojan en Altea como para los que están en El Albir.
En coche: se llega fácilmente desde la N-332, con desvíos señalizados hacia Altea y El Albir. Alrededor de la playa hay varias calles donde se puede aparcar gratis, aunque en verano conviene ir temprano.
En transporte público: el TRAM de la Costa Blanca tiene parada en Altea (línea 9), desde donde se puede caminar unos 15 minutos hasta la playa. También hay autobuses que conectan con Benidorm y El Albir.
A pie: quienes disfrutan del paseo marítimo pueden llegar andando desde el centro de Altea en dirección sur, o desde El Albir caminando hacia el norte. El camino es llano y con vistas espectaculares al Mediterráneo.
Características principales
Cap Blanch es una de las playas más largas y anchas de Altea, con más de 1 km de extensión y una anchura generosa que permite pasear con comodidad incluso en temporada alta. El terreno está formado por cantos rodados de tamaño mediano, lo que da nombre a la playa (“blanch” significa “blanca” en valenciano, en alusión al color de las piedras).
El mar aquí suele estar tranquilo gracias a la orientación de la bahía, lo que convierte a Cap Blanch en una opción ideal para nadar o practicar deportes acuáticos sin fuertes corrientes. La transparencia del agua es otro de sus puntos fuertes: en días despejados, el fondo se aprecia a simple vista, algo muy valorado por quienes practican snorkel.
En comparación con otras playas de Altea, Cap Blanch combina lo mejor de dos mundos: es más tranquila y familiar que La Roda (la playa principal del centro de Altea), pero más accesible y equipada que Cap Negret (que es más salvaje y rocosa). Además, la proximidad con El Albir le añade vida y servicios extra.
Servicios de la playa
Cap Blanch está equipada para que la experiencia sea cómoda tanto para turistas como para residentes:
Duchas y lavapiés distribuidos a lo largo del paseo.
Pasarelas de madera que facilitan el acceso hasta la orilla.
Alquiler de hamacas y sombrillas, disponible en temporada alta.
Socorristas y primeros auxilios desde junio hasta septiembre, lo que aporta seguridad, especialmente a familias con niños.
Accesibilidad: rampas adaptadas para personas con movilidad reducida.
Chiringuitos y bares de playa, ideales para tomar algo sin moverse demasiado.
Deportes náuticos: en verano se instalan puestos de alquiler de kayak, paddle surf y pequeñas embarcaciones de vela ligera.
El paseo marítimo que bordea la playa está repleto de cafeterías, heladerías y restaurantes, lo que hace posible pasar un día completo sin tener que desplazarse demasiado.
Ambiente y público
La Playa de Cap Blanch tiene un ambiente sereno, muy diferente al bullicio que se vive en playas urbanas como Levante en Benidorm. Aquí predominan los visitantes que buscan calma, buen baño y servicios sin agobios.
El perfil más común es el de familias locales que vienen con niños porque la playa es amplia, segura y tiene socorristas en verano. También hay parejas, tanto residentes como turistas, que disfrutan de un día relajado de sol, lectura y paseos por el litoral. Entre semana, especialmente fuera de la temporada alta, es habitual ver jubilados y residentes extranjeros que han elegido esta zona para vivir por su tranquilidad.
En julio y agosto la playa puede llenarse, sobre todo los fines de semana, pero la amplitud del arenal (aunque sea de piedras) evita la sensación de masificación. A primera hora de la mañana o al atardecer, Cap Blanch recupera toda su calma, con un ambiente perfecto para caminar, hacer fotos o simplemente contemplar el mar.
Gastronomía y ocio cercano
Uno de los puntos fuertes de Cap Blanch es la facilidad para combinar playa y gastronomía sin apenas moverse. El paseo marítimo está repleto de bares y restaurantes con terrazas que miran al mar, ideales para degustar una paella, un arroz a banda o una fideuà tras el baño.
A pocos pasos encontrarás heladerías artesanas, cafeterías y bares de tapas donde probar desde mariscos frescos hasta una simple cerveza bien fría frente al Mediterráneo.
Si lo tuyo es el ocio nocturno, el entorno también ofrece opciones: en verano algunos bares del paseo alargan la jornada hasta la noche con música y copas. Además, la cercanía con El Albir hace posible alargar la tarde-noche con un paseo de apenas 10 minutos para descubrir su ambiente más cosmopolita.
Aquí puedes ampliar información en nuestras guías de [Restaurantes en Altea] y [Restaurantes en El Albir].
Naturaleza y vistas
Uno de los grandes atractivos de la Playa de Cap Blanch es su entorno natural. Al estar situada en plena bahía de Altea, ofrece unas vistas abiertas al Mediterráneo que cambian con la luz del día: aguas turquesa a mediodía, tonos dorados al atardecer y reflejos plateados bajo la luna.
Desde la orilla se distingue la silueta imponente del Parque Natural de Serra Gelada, que marca el horizonte hacia el sur. Esta cercanía hace que la playa tenga un aire especial: una mezcla de espacio urbano y entorno natural protegido. Mirando hacia el norte, el perfil blanco de las casas de Altea y su famosa cúpula azul completan una postal inconfundible.
El agua suele ser tranquila, lo que facilita la observación de la biodiversidad marina. Los fondos de piedra y roca son hábitat de pequeños peces y algas, perfectos para practicar snorkel en las zonas menos concurridas.
Actividades recomendadas
Cap Blanch no es solo un lugar para tumbarse al sol. Su amplitud y su paseo marítimo la convierten en un punto de partida ideal para diferentes planes:
Paseos a pie o en bicicleta: el paseo conecta de forma directa con el de El Albir, uniendo dos municipios en un recorrido agradable junto al mar.
Snorkel y baño tranquilo: en las zonas de rocas laterales puedes encontrar bancos de peces y aguas cristalinas.
Deportes náuticos: en verano se ofrecen alquileres de paddle surf, kayak y vela ligera. Es una manera divertida de explorar la bahía.
Fotografía y atardeceres: el sol cayendo sobre el Mediterráneo, con Serra Gelada como telón de fondo, regala algunas de las puestas más bonitas de la zona.
Excursiones cercanas: desde aquí se puede comenzar una caminata hasta el Faro del Albir, una de las rutas más icónicas de la comarca.
Si te interesa la naturaleza y el senderismo, no te pierdas también nuestra guía de [Parque Natural de Serra Gelada].
Alojamientos cercanos
Quienes quieran disfrutar de la Playa de Cap Blanch más de un día tienen varias opciones de alojamiento muy próximas:
Hoteles en El Albir: a menos de 5 minutos a pie empiezan los primeros hoteles y apartahoteles de El Albir, una de las zonas con mayor oferta en la Marina Baixa. Aquí abundan los establecimientos de 3 y 4 estrellas, muchos con vistas directas al mar.
Apartamentos turísticos en Altea: tanto en primera línea de playa como en calles adyacentes hay apartamentos en alquiler, ideales para estancias más largas o para familias.
Campings y bungalows: a las afueras de Altea existen opciones más económicas y naturales, pensadas para quienes viajan en caravana o prefieren el contacto directo con la naturaleza.
Consulta también nuestras guías de [Hoteles en El Albir] y [Dónde alojarse en Altea].
Consejos prácticos
Calzado adecuado: al ser una playa de cantos rodados, lo más recomendable es llevar escarpines o sandalias resistentes.
Sombrilla: aunque hay alquiler de hamacas, muchos visitantes prefieren llevar su propia sombrilla para asegurar sombra durante todo el día.
Mejor época: primavera y principios de otoño son perfectos para disfrutar sin aglomeraciones. En julio y agosto conviene llegar temprano para encontrar aparcamiento cerca.
Acceso con niños: la playa es segura y vigilada en temporada alta, pero los cantos rodados pueden resultar incómodos para los más pequeños.
Mascotas: oficialmente no es una playa canina, así que no está permitido el acceso con perros en temporada de baño.
Servicios a mano: bares, restaurantes y tiendas están justo en el paseo, no tendrás que desplazarte lejos.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Cap Blanch tiene bandera azul?
Sí, habitualmente cuenta con bandera azul gracias a la calidad del agua y los servicios disponibles.
¿Dónde aparcar gratis?
En calles colindantes y zonas residenciales cercanas; en verano se llena pronto.
¿Se puede llegar andando desde Altea pueblo?
Sí, en unos 15–20 minutos siguiendo el paseo marítimo hacia el sur.
¿Hay socorristas en septiembre?
En la primera quincena sí, aunque depende de la temporada turística.
¿Es buena para hacer snorkel?
Sí, especialmente en las zonas de roca hacia los extremos de la playa.
Historia y curiosidades
El nombre Cap Blanch significa literalmente “cabo blanco” en valenciano, en referencia a los tonos claros de los cantos rodados que cubren su orilla. Durante décadas fue una playa frecuentada sobre todo por residentes y pescadores locales, mucho antes de que existiera el paseo marítimo actual.
Con el desarrollo turístico de la Marina Baixa en los años 70 y 80, la playa se fue integrando en la oferta de Altea y El Albir, aunque siempre conservó un aire más tranquilo y familiar en comparación con otras zonas masificadas. Hoy sigue siendo una de las preferidas de quienes huyen de la arena fina abarrotada de Benidorm, pero sin renunciar a buenos servicios.
Una curiosidad es que en días muy claros, desde Cap Blanch se divisa perfectamente el Peñón de Ifach en Calpe y, hacia el sur, los acantilados de Serra Gelada. Muchos locales la consideran un “mirador natural” al Mediterráneo.
Excursiones y conexiones cercanas
Cap Blanch es un punto de partida perfecto para varias excursiones:
Paseo hasta El Albir: caminando apenas 10 minutos llegarás al famoso ancla que marca el inicio del Paseo de las Estrellas del Albir.
Ruta al Faro del Albir: desde el final del paseo puedes enlazar con una de las rutas más bonitas del Parque Natural de Serra Gelada.
Casco antiguo de Altea: a menos de 2 km está el casco histórico, con sus calles empedradas y la cúpula azul de la iglesia de Nuestra Señora del Consuelo.
Puerto deportivo de Altea: muy próximo a la playa, ofrece excursiones en barco, pesca deportiva y actividades náuticas.
Conclusión
La Playa de Cap Blanch es mucho más que una transición entre Altea y El Albir: es un lugar donde se mezclan la calma de una playa amplia y familiar con la comodidad de tener todos los servicios a mano. Su paseo marítimo, sus aguas transparentes y las vistas a Serra Gelada la convierten en un rincón imprescindible para quienes buscan disfrutar del Mediterráneo sin prisas.
Tanto si vienes de vacaciones como si eres residente en la zona, Cap Blanch ofrece todo lo que necesitas: buen baño, restauración variada, paseos agradables y opciones de ocio cercanas.
👉 Descubre también otras playas de la zona en nuestra guía de [Playas de Altea], o compara con la vecina [Playa del Albir] para elegir la que mejor se adapte a tu plan.
