Vivir en Albir es muy distinto a venir de vacaciones. Aun así, casi todo lo que encuentras en Internet habla de playas, hoteles y turismo. Incluso nosotros en esta misma web te detallamos todo lo bueno. Pero si estás pensando en quedarte a largo plazo, eso no te ayuda. Esta guía no la escribe una agencia ni un blog de viajes. La escribe alguien que vive aquí todo el año. Conoce bien lo bueno… y también lo que se suele ocultar.
VIVIR EN ALBIR NO ES TODO PAZ Y DESPUES GLORIA (Y ESO NO ES MALO)
Ahora toca ser justos con la otra cara. Porque vivir aquí también tiene matices que nadie menciona, especialmente si te planteas comprar, invertir o mudarte de verdad. No todo es silencio, ni todo es internacionalismo ejemplar. Y más de uno se ha llevado sorpresas por venir solo con la imagen de postal.
LOS ACCESOS A LA URBANIZACIÓN: UNA MEJORA QUE HA EMPEORADO
Durante años, los accesos a la urbanización de Albir fueron incómodos: demasiadas glorietas, retenciones frecuentes y un flujo de entrada poco eficiente. El ayuntamiento decidió “arreglarlo”, pero lo cierto es que, al menos por ahora, ha empeorado. Se ha generado más tráfico y es más difícil entrar a la urbanización en horas clave. Las obras llevan mucho tiempo en marcha, pero avanzan con una lentitud desesperante. Algunas zonas siguen en proceso y dan la sensación de estar siempre a medio hacer.Si más adelante realmente mejora, este punto se actualizará. Pero a día de hoy, la entrada a Albir sigue siendo un cuello de botella que desgasta a diario.
APARCAR EN VERANO, ES UN PROBLEMA
Quien diga que Albir es tranquilo todo el año, probablemente no ha intentado aparcar en pleno verano.Durante los meses de julio y agosto, la población se multiplica y muchas calles se saturan. Encontrar un sitio para dejar el coche cerca de la playa, del centro o incluso de casa puede convertirse en una misión frustrante.No es solo un tema de comodidad, sino de tiempo perdido cada día. Y si vives en una zona sin garaje privado, puede que tengas que dejar el coche a varias manzanas.Es algo que rara vez se menciona en las guías turísticas, pero que cualquier residente te confirmará: en verano, moverse en coche dentro de Albir es otro nivel de paciencia.
URBANISMO A DOS VELOCIDADES: COSTA BONITA, INTERIOR OLVIDADO
En Albir, como en muchas zonas de costa, el esfuerzo urbanístico se concentra donde más se ve: la playa, los paseos, los bares, el ocio. Todo lo que rodea la franja turística está cuidado, reformado y pensado para causar buena impresión. Pero al alejarse unas pocas calles, la cosa cambia. Hay aceras antiguas, alumbrado justo, zonas sin sombra, bancos deteriorados y un aire de dejadez que contrasta con la postal de la costa. No es que esté en ruinas, pero se percibe una clara diferencia de trato. Lo visible se embellece, lo cotidiano se descuida. Y eso lo sabe cualquiera que viva aquí todo el año.
TRÁMITES, TASAS E IMPUESTOS EN ALBIR: ALGO NORMAL PARA UNOS, CHOQUE CULTURAL PARA OTROS
Si eres español, lidiar con el ayuntamiento de Albir puede parecer simplemente lento o algo tedioso (jugamos en casa y sabemos como es lucharlo aquí). Pero si estás pensando en vivir en Albir y vienes de países del norte de Europa o escandinavos, es importante que sepas que la experiencia administrativa puede ser frustrante, basta con consultar algunos de los trámites disponibles en la sede electrónica municipal para hacerse una idea del ritmo y el estilo administrativo local. Las gestiones como empadronamientos, pagos de tasas municipales, o trámites relacionados con tu vivienda se hacen en persona, a menudo con papeles impresos, y a ritmos mucho más lentos de lo que muchos extranjeros están acostumbrados. No hay un sistema claro y unificado, y cada funcionario puede darte indicaciones que le descargue de su trabajo, que es guiarte. Además, las webs oficiales no siempre están actualizadas, y muchas citas se gestionan todavía de forma presencial. No es que no se pueda vivir en Albir siendo extranjero, pero conviene venir con paciencia y con la expectativa realista de que las gestiones con las autoridades locales siguen un ritmo muy distinto al del norte de Europa.